Escondido entre los cerros de Turrubares, se encuentra Macaw Lodge, un proyecto que combina un ecolodge, restaurante orgánico, sistemas agroforestales de cacao, una fábrica de chocolate y una fundación, todos trabajando en pro del medio ambiente y del turismo eco sostenible.
Macaw Lodge se crea a la par del Parque Nacional Carara y es un pequeño complejo de 15 habitaciones, cuyo libro de huéspedes ha reflejado desde hace 13 años la satisfacción de cada persona que vive la experiencia y que se termina sintiendo como de la familia tras su estadía.
Se trata de un lugar vivencial, con múltiples experiencias, donde se produce la comida que se consume de forma autosustentable, y con fuentes de energía limpia provenientes de un sistema dual, combinado con paneles solares. Además, cuenta con 4 fuentes de agua que provienen de manantiales de la propiedad, que abastecen todo el complejo de manera sostenible.
La construcción de este ecolodge fue realizada con madera de plantación, recuperada del bosque y también maderas reutilizadas para las bases del hotel (como por ejemplo los postes de luz de madera que se utilizaban antiguamente en conexiones eléctricas en nuestro país o algunas maderas recuperadas tras el desastre natural de las tormentas Jonás, que fueron aprovechados con los respectivos estudios y permisos). Adicionalmente, los pisos y paredes se crearon con teca plantada en su misma finca, que cumple ya 32 años de producción sustentable.
El enfoque local caracteriza a Macaw, pues actualmente generan 25 empleos, el 100% de los cuales son ocupados por habitantes de la zona, específicamente familias de las comunidades Del Sur, Delicias, San Gabriel y Galán, todas en ubicaciones aledañas al ecolodge.
Además, una gran parte del proyecto son los sistemas agroforestales de cacao: en la propiedad se procesa el cacao de manera sostenible y se produce chocolate, todo esto trabajando con corredores biológicos y priorizando el cuido de especies en vías de extinción.
“Hemos logrado rescatar una región que anteriormente consistía en pastizales totalmente degradados y prácticamente sin fauna. Hoy tenemos sistemas ecológicos con pumas, más de 25 especies de ranas, y muchísima flora y fauna. Hemos sembrado plantas que propician la vida en la región y nos alegra ver cómo ha cambiado y se ha llenado de vida”, asegura don Pablo Gordienko, creador del proyecto.
El wellness es parte fundamental de Macaw, por lo que cuentan con plataformas de yoga y meditación y han sido partícipes de talleres internacionales en diversas ocasiones. El proyecto ha conservado 107 hectáreas de bosque maduro que se conservan y los huéspedes pueden disfrutar de actividades como tour de cacao, tour de sostenibilidad, tour de ranas, tour nocturno, clases de yoga, natural spa, senderos, cataratas y mucho más.
De la tierra a su mesa, con amor
La alimentación sostenible, orgánica y saludable es la que se ofrece en el restaurante del ecolodge. Aquí producen incluso arroz, frijoles y tubérculos, además de todas las frutas y vegetales que se consumen día a día.
El restaurante tiene un único menú, con gastronomía natural y auténtica, donde se hace todo en casa y si hay productos que no se producen en la finca, son proveídos por emprendedores locales. Además, cada platillo se adapta a las necesidades del comensal, en caso de dietas específicas.
Comer en Macaw Lodge es el verdadero “de la finca, a su mesa”, pues se diferencian por la producción de casi todos sus ingredientes y no solamente una pequeña huerta. En su restaurante pueden disfrutar de platillos únicos como pancakes de fruta de pan, helados de flor de jamaica, pan hecho en casa, mermeladas caseras, chips de tubérculos hechos por ellos, “carne” vegana hecha de jackfruit y mucho más.
Lisbeth Quirós, jefa de cocina, destaca que lo que buscan es aprovechar lo que produce la tierra para llevarlo a la mesa con amor.
Macaw Kakaw, una dulce fábrica
Gracias a sus propios sistemas agroforestales, Macaw Lodge dio vida a la fábrica de chocolate Macaw Kakaw, cuya razón de existir es que cada consumidor sepa que la barra de chocolate que tiene en sus manos se produce de manera sostenible, protegiendo el medio ambiente y las lapas.
Macaw Kakaw dona el 100% de sus ganancias a la Fundación Centro de Reforestación para la Biodiversidad, entidad que tiene como objetivo trabajar proyectos de agroforestería en los que se pueda conectar el Parque Nacional La Cangreja con el Parque Nacional Carara para que los mamíferos y diferentes especies puedan moverse con seguridad entre ambos sectores, y con ello beneficiar también al sector social con estos proyectos, generando fuentes sostenibles de ingreso a través del cacao.
De esta forma trabajan para colaborar con las personas que viven alrededor de estos dos parques nacionales, con capacitación, información, asesoría y financiamiento para crear y mantener un sistema agroforestal.
Actualmente, Macaw Kakaw cuenta con 8 presentaciones de chocolates con 85%, 70%, 60% y 53% de cacao y rellenos que se cosechan en la misma finca como café, acaí y jengibre y ahora incluso cuentan con una presentación con CBD.
Estos chocolates ya se exportan a Estados Unidos y a Suiza. Dentro de Costa Rica pueden conseguirlos en Jacó, Monteverde, Guanacaste, San José y Heredia. La calidad del producto les ha merecido una medalla de bronce en el International Chocolate Award por su chocolate con café y varios premios a nivel nacional.
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