De acuerdo con un estudio realizado por las empresas GlobalData y ThredUp, el mercado de la ropa de segunda mano crecerá de manera exponencial en los próximos cinco años, hasta alcanzar una facturación cercana a US$77 000 millones.
Además, este estudio reveló que el mercado meta potencial de estas tiendas esta conformado primordialmente por el segmento Millennial y Generación Z, quienes representan un 53% del mismo.
Esto, se da debido a varias razones, entre ellas la creciente preocupación en el tema de sostenibilidad para estas poblaciones, quienes buscan productos que generen menos impacto en el ambiente; así como, en creencias enfocadas a crear nuevas posibilidades por medio de la reutilización, reparación, upcycling y reciclaje.
Carlos Salas gerente general de Tiendas Moally explica que “tanto los Millenials como la Generación Z se enfocan más por la compra de artículos que contribuyan a un modelo de negocio que se basa en un ciclo de vida circular para sustituir el concepto de la economía lineal. Para ellos, es preferible reciclar y reutilizar ropa u artículos de decoración por ejemplo, porque se consumen menos recursos y permite obtener más por menos dinero”, agregó Salas.
¿Por qué estas dos generaciones prefieren prendas secondhand o segunda mano? ¿Hay más razones?
En efecto estas generaciones tienen más razones por las que prefieren estos artículos. La primera de ellas es la relación calidad vs precio, ya que en estas tiendas se pueden encontrar prendas de marcas a precios muy accesibles.
Otra razón es que se encuentran prendas únicas y especiales, que nadie más va a tener.
“Un aspecto importante para estas generaciones, en especial para la Z, es que tienden a ser consumidores responsables. Esto porque al comprar ropa de segunda mano se evita que una blusa, pantalón o falda termine en la basura y por ende no se contamina, sino que se da a esa prenda una segunda oportunidad de ser usada”, comentó Salas.
Son generaciones que no solo compran ropa de segunda mano, sino artículos de decoración que les permite desarrollar su lado creativo creando espacios distintos y especiales en sus hogares e incluso oficinas.
Asimismo, buscan artículos para usar en la cocina que otros tal vez desecharon en perfectas condiciones, y con esto ellos arman sus cocinas con lo necesario.
“Estas son generaciones que consideran que están cumpliendo con un aspecto social, porque contribuyen con la economía local”, señaló Salas.
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